En los años del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), el gobierno formado por la junta militar impulsó la persecución, el secuestro y el asesinato de manera secreta de personas por motivos políticos y religiosos en el marco de lo que se conoce como la Guerra Sucia en Argentina. Esas prácticas eran comunes a todas las dictaduras de América Latina en el marco de la Operación Cóndor en Sudamérica y la Operación Charlie en Centroamérica.
La razón de que un Estado totalitario recurra a este método se debe a su efecto de supresión de todo derecho: al no existir cuerpo del delito se garantiza la impunidad, el desconocimiento impide a los familiares y la sociedad realizar acciones legales, infunde terror en las víctimas y en la sociedad y mantiene separados a los ciudadanos en su accionar frente al Estado. La desaparición es lo que vuelve al opositor un homo sacer, es decir unas personas que pueden ser asesinadas impunemente (Agamben,1998).
La táctica militar de hacer desaparecer a los opositores es un método represivo que se basa fundamentalmente en la producción de desconocimiento. Por eso, saber que pasó, recuperar la memoria y exigir la verdad, se volvieron reclamos principales de las víctimas y de las organizaciones de derechos humanos. Una de las consignas que refleja esta preocupación, cantada en las marchas de protesta contra el gobierno militar, decía: "¡¡Los desaparecidos, que digan donde están!!"
La "desaparición" de personas genera una situación de agravamiento de la represión y las heridas, debido a las dificultades para los familiares de "dar por muerto" a sus seres queridos y eventualmente dar por finalizada la búsqueda de sus restos y la averiguación de lo que realmente les sucedió.
La desaparición de personas como método represivo fue introducida en la Argentina por la escuela militar francesa desde los últimos años de la década del '50, transmitiendo las tácticas militares que habían utilizado y perfeccionado durante la guerra de independencia de Argelia. A partir de la década del '60 se generalizó a través de la Escuela de las Américas.
Fuente: Wikipedia
lunes, 14 de septiembre de 2009
lunes, 7 de septiembre de 2009
Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983)
La Junta Militar llevó a cabo una acción represiva contra las organizaciones guerrilleras y los opositores, que contó con el apoyo inicial del gobierno estadounidense, conocida como Guerra Sucia. El gobierno de facto detuvo, interrogó, torturó y ejecutó clandestinamente a cientos de guerrilleros, colaboradores, incluyendo a médicos y abogados que ofrecieron apoyo profesional a los perseguidos, así como a miles de civiles que no tenían ninguna relación con las organizaciones armadas y estableció centros clandestinos de detención para llevar a cabo estas tareas. Las personas detenidas en estos centros clandestinos eran denominados «desaparecidos» y gran cantidad de ellos fueron ejecutados y enterrados en fosas comunes o arrojados al mar en aviones de las fuerzas armadas.
Económicamente, el Proceso de Reorganización Nacional realizó una serie de reformas sustanciales bajo el liderazgo del empresario y estanciero José Alfredo Martínez de Hoz, siguiendo las nuevas doctrinas neoliberales de Milton Friedman, que tendieron a desindustrializar la economía argentina y a fomentar y concentrar el sector financiero y el campo. Socialmente, el Proceso se caracterizó por aumentar notablemente la pobreza, que alcanzó a un tercio de la población, cuando en la décadas anteriores la misma no había superado el 10%.
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